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El pasado lunes 28 de junio de 2021, la Unión Europea (UE) completó el procedimiento para aprobar la primera ley climática del bloque. Esta persigue alcanzar la neutralidad climática para el año 2050. Asimismo, establece que en 2030 se hayan reducido las emisiones de gases de efecto invernadero en un 55% como meta intermedia.
Tras haber sido aprobada por los gobiernos de los Estados miembro de la UE, la primera ley climática del bloque deberá ser firmada por las instituciones y, posteriormente, publicada en el Diario Oficial de la UE antes de entrar en vigor. Con esta ley se pretende reducir al máximo las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y que las restantes sean absorbidas mediante la acción de los bosques, por ejemplo.
La ley establece un objetivo intermedio, que es alcanzar una reducción del 55% en 2030. Además, la normativa sugiere a la Comisión Europea que establezca nuevas metas para 2040 si lo considera oportuno después de realizar el primer balance de los objetivos alcanzados del Acuerdo de París. Paralelamente, esta recalca también “la necesidad de fortalecer la capacidad de los sumideros de carbono a través de una actualización del reglamento sobre el uso de la tierra y la silvicultura”, afirma la agencia de noticias Europa Press.
Bruselas tratará de proponer el día 14 de julio el primer paquete de medidas para alcanzar la reducción de emisiones para 2030 mediante medidas tangibles. Este paquete, bautizado como ‘Fit for 55’, incluirá medidas como la revisión del sistema de comercio de emisiones (ETS, por sus siglas en inglés). Así como la adopción de un mecanismo que controle la entrada a la UE de productos que tengan una huella de carbono mayor que los producidos dentro de la propia UE.
Los cambios que se están produciendo a nivel mundial por las emisiones de gases de efecto invernadero son más que visibles. En las últimas dos décadas hemos sido testigos de los 18 años más cálidos registrados, así como de fenómenos meteorológicos extremos como son, entre otros, los incendios, las olas de calor o las inundaciones. Estos fenómenos son, además, cada vez más frecuentes, tanto en Europa como en otros lugares del globo terráqueo.
Los expertos advierten de que, si no se toman medidas urgentes, el calentamiento global supere en 2060 los 2ºC por encima de los niveles de la época preindustrial. Asimismo, alertan también de que esta cifra podría alcanzar los 5ºC para finales de siglo. Todo esto tendría efectos devastadores sobre la naturaleza, provocando efectos irreversibles en ciertos ecosistemas. Desde una perspectiva económica, los fenómenos meteorológicos extremos supondrán elevados costes para la UE y rebajarán la capacidad de los países de producir alimentos.
Por todo ello, leyes y paquetes de medidas, como el propuesto por la UE recientemente, se hacen extremadamente necesarios. Nos enfrentamos ante una serie de consecuencias cercanas e irreversibles. Por lo que mientras más se tarde en hacer frente a los problemas medioambientales, más complicado será lidiar con el cambio climático.