Avenida de la Industria, 22, El Viso de San Juan, Toledo
Los residuos, ya se produzcan en el ámbito doméstico o a nivel industrial, pueden ser considerados como residuos peligrosos o residuos no peligrosos. Para poder realizar una buena gestión de residuos es necesario conocer su clasificación y, en el caso de los peligrosos, sus efectos en la salud humana. Por ello, hablaremos de cuáles son los residuos no peligrosos y cómo son producidos.
Se podría decir que los residuos no peligrosos son aquellos materiales que no poseen un riesgo para la salud humana ni contaminan el medioambiente. Están regulados por la Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados; la cual no ofrece una definición clara sobre qué son los residuos no peligrosos, pero sí una aproximación. Asimismo, este tipo de residuos se puede presentar en estado sólido o semisólido, y entre ellos encontramos la madera, el cartón, los desechos alimenticios o la chatarra, entre otros.
La gestión de este tipo de residuos es algo primordial debido a las altas posibilidades de reciclarlos. Por ejemplo, los residuos urbanos se pueden reciclar mediante la división en los contenedores verde, azul o amarillo, entre otros. Por su parte, los residuos industriales inertes se pueden tirar en contenedores de gestores de residuos, los cuales son metálicos y cuyo tamaño puede ser más o menos grande.
Con ello se fomenta el desarrollo sostenible y el reciclaje. A pesar de que los residuos no peligrosos no dañan la salud humana ni generan un impacto medioambiental directo, sí generan una gran contaminación a largo plazo a causa del alto número de ellos en los entornos naturales. Este es el grave problema de los plásticos en los océanos, por ejemplo. Por ello, se debe concienciar aún más sobre la necesidad de reciclar los residuos no peligrosos.