Avenida de la Industria, 22, El Viso de San Juan, Toledo
Las bolsas de plástico son elementos que desde mitad del siglo XX se han asentado en nuestras vidas diarias. Sin embargo, las cifras en torno a ellas asustan: se estima que la vida útil de una bolsa de plástico está cifrada en 15 minutos. Es un claro ejemplo de la economía de consumo rápido, ya que en 2018 se utilizaron alrededor de cinco billones de bolsas de plástico en todo el mundo, lo que supone una media de 160.000 bolsas usadas por segundo.
Estas no serán prohibidas en su totalidad, sino solo algunas de ellas. Encontramos tres grupos de bolsas de plástico en función de cómo hayan sido fabricadas y su finalidad: muy ligeras (menos de 15 micras y utilizadas, principalmente, para envolver alimentos frescos o de higiene), ligeras (menos de 50 micras y son aquellas usadas en los establecimientos), y gruesas (más de 50 micras y, al ser más resistentes, pueden ser reutilizadas). Por ello, desde el 1 de enero de 2021 no pueden entregarse en los establecimientos bolsas de plástico ligeras ni muy ligeras, a menos de que sean de plástico compostable, es decir, aquellas que no puedan degradarse biológicamente en plantas de compostaje.
Es por ello que las bolsas de plástico de un solo uso son los productos más utilizados en la sociedad, y de los que más impacto medioambiental provocan. No obstante, el fin de los plásticos de un solo uso está cada vez más cerca gracias al proyecto Ley de Residuos y Suelos Contaminados. Esto proviene de la aprobación del Parlamento Europeo el 27 de marzo de 2019 de una nueva normativa a favor del reciclaje de plástico, la cual se pondría en vigor durante este 2021. Dicha normativa prohíbe el uso de los siguientes objetos:
Esta norma supone un adiós a los plásticos de un solo uso, el problema reside en que la UE dejaba un margen de dos años para que los países miembros consiguiesen adaptar su legislación individual a esta norma grupal, lo cual se conoce como ‘transposición’. A causa de esto, en España las medidas entraron en vigor el día 1 de enero de 2023 con la renovada Ley de Residuos y Suelos Contaminados, lo cual supone un gran avance social y medioambiental.
Asimismo, otra de las medidas clave de este proyecto ley es un impuesto de 0,45€ por cada kilogramo de envases de plástico no reutilizables. Por ello, los fabricantes deberán optar por buscar alternativas para no tener que pagar dicho impuesto por el uso de este tipo de envases. El problema reside en que si no se adaptan, finalmente subirán el precio de sus productos y serán los compradores quienes acaben pagando dicho impuesto, a menos de que sean conscientes de qué está sucediendo.
La Comisión Europea afirma que más del 80% de la basura que se encuentra en el mar es plástico. No obstante, la normativa europea afecta al 70% del total de desechos marinos, por lo que poco a poco se conseguiría reducir este impacto. Debido a su lento proceso de descomposición (500 años de media), el plástico se acumula cada vez más en los mares y en las calles, es ingerido por diversas especies animales y, finalmente, acaba llegando a nuestros platos. Es por todo esto que dichas normativas aguardan un futuro ecológico para las generaciones más jóvenes.