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Los residuos plásticos suponen el 80% de toda la basura que hay en nuestros océanos. Se trata de un problema medioambiental y sanitario que cada vez cobra mayor importancia. Asimismo, España se sitúa como el segundo país europeo que más plástico vierte al Mediterráneo (126 toneladas diarias), solo por debajo de Turquía (144 toneladas diarias). Este material se convirtió en un producto de consumo masivo a partir de la década de los años 70. Desde entonces, diversos cálculos, como el de la Universidad de California, estiman que se han producido alrededor de 8.300 millones de toneladas a nivel mundial. Como consecuencia, tal y como comentamos sobre el uso del plástico reciclado, esto se ha convertido en una actividad de especial importancia para conseguir reducir la huella humana medioambiental.
El reciclado del plástico es algo tan viable e imprescindible que incide directamente en la economía circular. Ello se debe a que este material, gracias a sus propiedades, es completamente apto para recuperarse y transformarse en nuevos productos al finalizar su vida útil. La economía circular consiste en una alternativa al modelo lineal (extraer materias primas, producir bienes, consumir dichos bienes y desecharlos generando residuos), ya que pretende minimizar la producción de aquellos elementos no puedan volver al medioambiente por sus propiedades.
Es por ello que el sector del plástico y su reciclado está promoviendo la difusión de la economía circular. A través de la búsqueda del aumento de las tasas de reciclaje, la inversión en I+D+i y la eficiencia en la gestión de residuos, se consigue alcanzar dicho modelo. Uno de estos ejemplos es la prohibición del uso de plásticos de un solo uso. Con ello se han diseñado alternativas biodegradables que reducen notablemente el impacto medioambiental y apuestan por una producción sostenible.
Por su parte, la multinacional PepsiCo, la cual es dueña de Pepsi-Cola, Kas, 7Up o Gatorade; lleva más de un año (desde marzo de 2020) incorporando en todas aquellas botellas de dos litros un 50% de plástico reciclado r-PET, el cual, además, es 100% reciclable a su vez. Escoger las botellas de dos litros no fue una casualidad, sino que este formato es el que más plástico consume debido a su tamaño. Además, a ello se le suma el hecho de que es el más comercializado.
Junto a PepsiCo, alrededor de 250 empresas internacionales, las cuales suponen el 20% de la producción de envases de plástico a nivel mundial, están comprometiéndose a aumentar el uso del plástico reutilizable, reciclable o convertible en compost. El propósito es que para 2025 la cifra de estos materiales alcance el 100% del plástico utilizado por estas multinacionales. Este es el llamado Compromiso Global por la Nueva Economía de los Plásticos, el cual fomenta la economía circular y la reutilización de materiales.
Gracias a estas iniciativas empresariales, la economía circular es ya una realidad. El plástico es un material altamente versátil y útil. Pero su durabilidad y su sobreproducción lo convierten en un residuo excesivamente presente en el entorno medioambiental, por no hablar de las consecuencias sanitarias a humanos y animales que está provocando.