Avenida de la Industria, 22, El Viso de San Juan, Toledo
El amianto, al igual que el resto de residuos peligrosos, conlleva un proceso de etiquetado al ser envasado. Los residuos de este material son identificados mediante una etiqueta aprobada por el Parlamento Europeo y del Consejo. Tal y como se aprecia en el Reglamento CE 1907/2006, de 18 de diciembre de 2006, relativo al registro, la evaluación, la autorización y la restricción de las sustancias y preparados químicos; la etiqueta estipulada es usada para todos aquellos materiales que contengan amianto.
El etiquetado se podrá realizar de varias maneras: mediante una etiqueta que esté fuertemente fijada al embalaje, mediante una etiqueta suelta que esté fuertemente atada al embalaje, o mediante la impresión directa en el embalaje.
Las características que posee el etiquetado principalmente son:
Paralelamente, encontramos la etiqueta de residuos peligrosos, la cual tendrá unas dimensiones mínimas en centímetros de 10 cm de alto y 10 cm de ancho, y contendrá la siguiente información:
Todos estos campos deben estar rellenos y expuestos de forma clara y legible. Asimismo, el idioma debe ser la lengua española oficial del Estado.
Por otra parte, los vehículos que transporten mercancías peligrosas como es, en este caso, el amianto, deben ir también debidamente señalizados con una etiqueta con fondo naranja, tal y como establecen las disposiciones del Acuerdo Europeo sobre Transporte internacional de Mercancías Peligrosas por Carretera (ADR).
En este caso, la etiqueta, también, posee una serie de características:
Con respecto al conductor de dicho vehículo o al acompañante, ambos tienen terminantemente prohibido abrir los embalajes que contengan residuos peligrosos, en este caso, residuos de amianto.