Avenida de la Industria, 22, El Viso de San Juan, Toledo
Las empresas se constituyen como importantes consumidoras de recursos naturales, así como generadoras de residuos, a causa de sus procesos productivos y su actividad mercantil y/o de prestación de servicios. Es por ello que influyen notablemente en la degradación del medioambiente. No obstante, disponen de conocimientos y recursos para minimizar en la medida de lo posible el impacto medioambiental que provocan. A esto se le suma la cada vez mayor concienciación social sobre la importancia de preservar el medioambiente.
Las empresas y sus trabajadores están situados como agentes potenciales para fomentar la reducción de la contaminación y la extracción de recursos naturales. Pero para conseguir esto, la empresa en cuestión debe incluir en su filosofía empresarial la protección del medioambiente como un pilar fundamental, por lo que tendrá que estudiar minuciosamente cuál es su impacto: qué recursos extrae, materiales y equipos disponibles para llevarlo a cabo, qué residuos genera, sus vertidos, etc.
Asimismo, el respeto medioambiental de empresas y trabajadores no se limita únicamente a la actividad puramente laboral, sino que también es necesario que se establezcan protocolos a nivel interno para un mejor aprovechamiento de los recursos de los que se dispone. Entre estos encontramos el correcto uso de la luz y el agua, por ejemplo. A través de la eficiencia energética se puede reducir aún más el impacto medioambiental de la corporación.
Depositar los residuos correctamente: para contribuir a la correcta gestión de residuos y a su posterior reutilización y reciclaje, la empresa deberá solicitar información sobre ello periódicamente. Además, dichos residuos se entregarán a un gestor autorizado para tratar con él, independientemente de que sea un residuo peligroso o no peligroso.