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Cuando manipulas residuos te encuentras con que cada uno de ellos dispone de un número LER, incluso en algunos casos, de varios. La Lista Europea de Residuos (Códigos LER) consiste en una relación de residuos armonizada a nivel europeo aprobada y publicada por la Orden MAM/304/2002, de 8 de febrero, la cual ha ido sufriendo leves transformaciones y correcciones hasta la actualidad. Es decir, consiste en una clasificación mediante códigos de seis cifras para los residuos, y de cuatro y dos cifras para los subcapítulos y capítulos. Estos dos últimos hacen referencia a aquellas actividades que generan dichos residuos.
Paralelamente, encontramos la Clasificación Estadística de Residuos (Códigos CER). Ésta consiste en una nomenclatura de los residuos con fines estadísticos, orientada a sustancias, y compuesto de entre uno y cuatro dígitos. Sin embargo, los Códigos LER son una versión actualizada de los Códigos CER.
Todas las empresas de gestión de residuos tienen que identificar los residuos en el etiquetado mediante los Códigos LER. Con esto, se facilita la caracterización de los residuos a partir de su origen y naturaleza sin la necesidad de tener que realizar análisis más complicados. En cuanto a la asignación de un código a cada residuo se debe tener en cuenta lo siguiente:
El productor de residuos es el responsable de codificarlos según el Código LER. Por ello, es importante que el productor conozca los procesos con los que se ha generado el residuo, las materias primas utilizadas y los datos de seguridad del mismo. Para todo esto, las empresas deben contar con asesoramiento medioambiental profesional con el fin de saber cómo trabajar de manera correcta en función de la normativa vigente en dicho momento.
Debido a que el amianto es un residuo peligroso por las numerosas enfermedades que su inhalación provoca y al estar catalogado por la OMS como un elemento cancerígeno de tipo 1, su código LER irá casi siempre acompañado del asterisco para avisar de la peligrosidad que conlleva su tratamiento y el contacto directo con él. Por tanto, encontramos que con respecto al amianto tenemos los siguientes Códigos LER:
No obstante, encontramos otros Códigos LER respecto al amianto que tienen que ver con otros procesos que se refieren al amianto procedente de procesos de electrolisis, entre otros. Estos Códigos suponen una forma de facilitar el reconocimiento del residuo, así como su procedencia y peligrosidad. Su conocimiento es primordial en el sector, ya que evitará correr ciertos riesgos.